viernes, 14 de junio de 2019

Truco

  1. 1
    Ata el marcador a la punta de un cordón largo. Los marcadores para pizarrón blanco no usan el mismo tipo de tinta a base de agua como los marcadores comunes, así que revivirlos con algún líquido no funcionará. Más bien, tratar de aprovechar la tinta que queda dentro del marcador. Para empezar, ata un cordón largo en el cuerpo del marcador seco. Pega el cordón con una cinta resistente.[4]
    • En el próximo paso, usarás el poder de la fuerza centrífuga para que la tinta se desplace a la punta seca del marcador. La fuerza centrífuga básicamente hace referencia a cuando los objetos que giran en círculo experimentan una fuerza que los empuja hacia afuera, o sea, lejos del centro del círculo.[5] En este caso, esa fuerza que empujará hacia afuera desplazará la tinta restante del cuerpo del marcador hacia la punta.

  2. 2
    Haz girar el marcador por encima de tu cabeza como si fuera un lazo de vaquero. Con cuidado, toma el cordón en tu mano y hazlo girar en círculo por encima de tu cabeza (como los vaqueros). La punta del marcador tendrá que estar hacia afuera, no hacia adentro. La fuerza centrífuga empezará a empujar la tinta del marcador hacia la punta. Hazlo por 1 o 2 minutos antes de probar si pinta.
    • Asegúrate de tener un buen espacio sin obstrucciones antes de que empieces a hacer girar el marcador. Si bien será muy improbable que dañes algo gravemente con el marcador, aun así, podrías romperlo o herir a alguien por casualidad si el marcador cae en su ojo, así que mejor sé precavido. NOTA: De preferencia tapa el marcador con su tapón, coloca cinta de aislar en toda la parte del tapón, con el fin de evitar que desparrames la tinta por todos lados al dejar un camino de gotitas

No hay comentarios: